Conocido
por su presencia de los acuarios, el imponente tiburón toro es un animal que
arrastra como nadie y de forma injusta la funesta y exagerada reputación de los
tiburones.
Vamos a
acercarnos un poco a este famoso desconocido.
Clasificación
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Craneata
Clase: Chondrichthyes
Subclase: Elasmobranchii
Orden: Lamniformes
Familia: Odontaspididae
Género: Carcharias
Especie: Carcharias taurus (Rafinesque, 1810)
No es lo mismo “tiburón toro” que “bull shark”
La
sinonimia es algo común entre los tiburones, hay demasiadas variedades y están
en todas las aguas saladas en todos los mares, latitudes y climas. Así que no
hay cultura que tenga relación con la costa que no tenga conocimiento de los
tiburones y, por consiguiente, le haya puesto sus propios nombres.
El
sistema binomial de Linneo es especialmente útil cuando se trata con los
tiburones. Así que ¿A qué especie llamamos “tiburón toro” en España? Pues
nuestro tiburón toro es el Carcharias taurus,
un tiburón de la familia Odotostaspididae.
La
clasificación de este animal siempre ha suscitado cierta discusión. En 1810
Rafinesque lo clasificó como dos especies diferentes a las que llamó Odontaspis taurus y Eugomphodus
taurus respectivamente pero en 1943 Ayres identificó que eran una sola
especie que incluyó dentro del género Eugomphodus,
donde permaneció hasta que a principios del siglo XX se estimó que encajaba
mejor dentro del género Odontaspis,
en el que permaneció hasta que, ya en el siglo XXI, fue incluido (no sin dudas)
dentro de un género propio: Carcharias,
junto a su pariente el Carcharias
tricuspidatus.
Siguen
dentro de la familia Odontaspididae junto a sus parientes del género Odontaspis que son referidos
cordialmente con el catalanismo solrayos.
Carcharias taurus |
Así, la
criatura que nosotros definimos como tiburón toro es el Carcharias taurus, y aquí viene lo difícil: nuestro tiburón toro no
es el bull shark de la bibliografía anglosajona. Los angloparlantes se refieren
como bull shark al Carcharinus leucas,
que por aquí es conocido como sarda o jaquetón sarda y, en ocasiones, jaquetón
toro. En países latinoamericanos como México y la mayor parte de Centroamérica
el término se ha importado y se refieren como tiburón toro a Carcharinus leucas, por lo que no es del
todo equivocado si bien en este lado del Atlántico el tiburón toro es el Carcharias taurus.
Esto no
es especialmente importante, las sinonimias de nombres vulgares no son ninguna
tragedia, para eso están los nombres científicos. En inglés se refiere al Carcharias taurus como sand tiger shark
(tiburón tigre de arena) o como grey nurse shark (tiburón enfermera gris,
relación con los nurse sharks, tiburones nodriza) y también se lo llama
escalandrún y tiburón bacota en castellano. En francés se lo llama requin
taureau, tiburón toro.
Carcharinus leucas |
Pero no
se deben confundir ambos animales porqué el tiburón toro es un tiburón de
aspecto fiero (de ahí el nombre) pero de costumbres tranquilas e incluso manso
si no se siente amenazado. La sarda, por el contrario, es mucho más grande y
tiene un aspecto muy apacible pero es un robusto superdepredador considerado
junto al gran blanco (Carcharondon
carcharias) y el tiburón tigre (Galeocerdo
cuvier) uno de los tres tiburones realmente peligrosos, llegándoselo a
definir como el “devorador de hombres por excelencia”, cosa que no deja de tener
su oscura gracia si tenemos en cuenta que es el más pequeño de los tres. Esto
se debe a que se trata de un jaquetón grande de hábitos costeros que incluso
llega a adentrarse en los ríos para hacerse un tratamiento de limpieza
aprovechando que los parásitos aguantan menos que ellos el agua dulce, por lo
que es más fácil que se encuentre con seres humanos.
Descripción
El
tiburón toro es un animal de aspecto fiero, de cuerpo robusto con cabeza
aplanada dorsoventral y 5 aberturas branquiales. Tiene una boca grande con
dientes prominentes de cúspide principal alta, aguda y estrecha, con dos
cúspides secundarias pequeñas. Tienen más de una serie funcional.
Mandíbulas |
Normalmente
son de color pardo o marrón claro difuminándose en los laterales hasta la zona
ventral clara. Puede presentar pequeñas manchas más oscuras a lo largo del
cuerpo. El 8 de agosto de 2007 “The Daily Telegraph” informó del avistamiento
de un ejemplar alvino en Australia.
Tiene dos
aletas dorsales iguales, dos aletas pelvianas altas y triangulares y una aleta
anal ligeramente menor. Las aletas pectorales son anchas. Y el pedúnculo caudal
es corto y la aleta caudal es abatida, con el lóbulo terminal muy marcado e
inferior bien definido.
Al nacer
rondan el metro de longitud y alcanzan la madurez sexual a los 220 cm,
alcanzando máximos registrados de 310 – 320 cm de longitud y 159 kg de peso. Las
hembras suelen ser mayores y tener hígados más grandes que los machos y los
ejemplares que viven en aguas cálidas crecen más deprisa.
Pterigopodios |
El tamaño
reproductivo suele alcanzarse entre 4 y 7 años. Las hembras lo alcanzan más
tarde. Las estimaciones de las tasas crecimiento en libertad coinciden con las
observaciones en cautividad, que dan al C.taurus
un índice de desarrollo relativamente rápido.
El
ejemplar que más llegó a vivir en cautividad fueron 16,6 años, algunas
estimaciones sugieren que podrían llegar a vivir 35 años pero no se han
confirmado y las observaciones sobre el terreno no les confieren tanta
longevidad (hasta 18 años en hembras).
Costumbres
Se trata
de un tiburón de hábitos demersales que suele situarse cerca del sustrato,
sobre el cual pueden posarse para reposar. Como indica su cola, no nadan a gran
velocidad pero si son nadadores potentes capaces de nadar grandes distancias
entre dos aguas.
Sus
migraciones se han llegado a medir en 3000 km en Australia. Estas migraciones
se asocian al ciclo reproductor, son típicas de cada población y suelen
implicar el desplazamiento de las hembras a aguas templadas para dar a luz. El
apareamiento suele ser en verano.
Distribución del Carcharias taurus |
Poseen
una característica única entre los tiburones, solo compartida con sus parientes
solrayos: ascienden a la superficie para tragar aire, mejorando así su
flotabilidad. Este hecho recuerda a como los peces óseos desarrollaron sus
vejigas natatorias.
Se los
puede encontrar desde cerca del intermareal y hasta 1200 metros de profundidad.
Si bien tienden a ser solitarios, son capaces de formar grupos más o menos
numerosos y soportan bien la presencia de sus congéneres.
Es un
depredador generalista y oportunista que come peces, calamares o crustáceos. Se
muestra más activo al atardecer y por la noche. Como la mayor parte de los
tiburones, tiene un cerebro relativamente desarrollado y un comportamiento
adaptable.
Son ovovivíparos
y tienen dos úteros. Aunque generan más de una cría por útero, comparten con
otros lammiformes la característica del canibalismo intrauterino: las crías se
devoran entre ellas en el útero materno, de modo solo llega a nacer una por
útero. Esta truculenta gestación dura entre 8 y 9 meses y la mayor parte de los
nacimientos son en verano en aguas relativamente frías que ralentizan su
crecimiento.
Pese a su
aspecto amenazador que le ha valido una infundada reputación de “devorador de
hombres”, el Cacharias taurus es un
tiburón bastante tranquilo. No es peligroso para los humanos y de hecho no les
agrada nuestra presencia y tienden a evitarla. En el blog del zoo de Madrid
llegan a calificarlo de ‘dócil’.
Si bien
es cierto que se han producido ataques, estos siempre están asociados a la
pesca submarina, siendo o bien contraataques o intentos de robar la presa al
buzo.
Esta
naturaleza adaptable y su temperamento manso facilitan su adaptación a la vida
en cautividad y su aspecto feroz lo hace un animal llamativo. Estas son las
causas de su presencia en numerosos acuarios, donde es un animal muy popular.
Conservación
El Carcharias taurus está incluido en la
lista de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza)
como una especie amenazada definida como vulnerable. Las especies “vulnerables”
tienen alta probabilidad de llegar a estar en peligro de extinción.
No se
encuentra entre las especies reguladas en el convenio CITES.
El
tiburón toro es capturado comercialmente en el norte de los océanos Índico y
Pacífico, siendo aprovechada su carne y sus aletas. También es objeto de caza
deportiva, nuevamente por su aspecto fiero pero también por su natación lenta.
En Australia se utilizaban armas para la caza submarina, pero esta práctica fue
prohibida en 1984. Ello convirtió al Carcharias
taurus en el primer tiburón protegido en el estado australiano de Nueva
Gales del Sur.
Se estima
de a causa de las capturas comerciales, incidentales y deportivas, así como de
la degradación ambiental, la población de tiburón toro en aguas australianas se
ha reducido en un 20% durante los últimos años.
Algo
similar sucedió en EEUU, donde el descenso de capturas llevó a una protección
legal en los 80.
También
sufre presión pesquera en Brasil, Uruguay y Argentina, bien por flota artesanal
o industrial.
El
tiburón toro se pesca lanzando largos sedales de 500 - 600 con anzuelos y cebo.
En caso de pesca con caña se recomienda más de 4 metros de sedal. Dado que
engullen la presa directamente al estómago, presentan mucha batalla a los pescadores
y suelen llegar a superficie como pesos muertos.
La pesca
comercial, especialmente en el sudeste asiático donde su carne es muy apreciada
es la mayor amenaza para este tiburón, por delante de la pesca deportiva.
Uno de
los problemas para su recuperación es que tarda hasta dos años en alcanzar la
madurez sexual, por lo que poco juveniles llegan a reproductores y la población
se recupera lentamente.
Gastón Superstar
Gastón es un macho de tiburón
toro que desde hace años se ha convertido en la estrella del Aquarium
Finisterrae de A Coruña, al que llegó desde el Oceanópolis de Brest. Pese a
esta querencia por los Finisterres, Gastón no es bretón ni gallego (cosa que se
demuestra por su falta de querencia por las filloas y la música de gaita) sino
que nació frente a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en 1996 en la confluencia entre
los océanos Atlántico e Índico. Fue capturado y enviado al Oceanópolis de Brest
con 3 años.
Gastón |
En Brest
vivió con varios congéneres de su misma edad y tamaño hasta que la convivencia
se volvió demasiado tensa y Gastón fue enviado a Coruña, donde pasó tres meses
en un tanque de agua adaptándose a la temperatura y calidad de las aguas
gallegas antes de incorporarse al Nautilus donde ya residía una joven hembra
llamada Hermosa, el 24 de mayo de 2006.
Y da la
casualidad de que yo entré como becario en el programa de visitas guiadas de
los museos científicos coruñeses en noviembre ese mismo año. Por lo que fuera
me quedé con el turno del martes por la tarde y pasé los martes de los
siguientes seis meses guiando visitas de colegios y asistiendo visitantes en el
acuario. Durante ese período Gastón fue la mayor atracción que pude mostrar a
los visitantes.
Tengo que
reconocerle dos cosas a Gastón: que es un tiburón bastante tranquilo, no le
arrancó cacho alguno a ninguna dorada, lubina o rodaballo en el tiempo que
estuve, y tiene bastante concepto del estrellato. Prácticamente no se hizo de
rogar ninguna vez, solo una tarde me lo encontré tumbado a la bartola sobre el
fondo y el resto de las tardes y substituciones que hice se mostró
majestuosamente para el público arrastrando un ejército de niños y no tan niños
tras de sí. Hermosa tampoco se hacía rogar, pero Gastón la eclipsaba por su
tamaño.
Hermosa |
Eso un
día normal, porqué luego llegó semana santa, me llamaron de refuerzo y vi como
Gastón detenía su natación en círculos para detenerse y girarse hacia el
cristal que lo separaba de un montón de críos que le estaban sacando fotos. La
escena era digna de una película de terror, el tiburón se detenía ante los
humanos, pero yo estaba pensando «¡Ay mi Gastón! ¡Que me lo han flasheado!».
Menos mal que no había pasado nada pero varios becarios nos pasamos la tarde
llamando la atención a la gente con los flashes en aquella marabunta en que se
convierte el acuario en semana santa.
Al final
no hubo víctimas, aunque una tarde mientras discutía con otra becaria sobre lo
que nos gustaría nadar dentro del Nautilus Gastón y Hermosa chocaron
frontalmente. Me llamó la atención, con lo sensibles que son los tiburones,
aunque cada uno se fue por su lado sin problemas.
Una de
las cosas que más me preguntaban las niñas era si queríamos que Gastón y
Hermosa procreasen. A nadie se le pasaban por alto los pterigopodios de Gastón,
los tiburones tienen un dimorfismo sexual muy marcado, pero yo siempre les
contestaba que mejor no, que con cuidar de dos tiburones toro ya teníamos
suficiente. Hace unos años trajeron otra hembra, así que se ve que no temían un
tercero.
¿Cómo se
alimenta un tiburón toro en cautividad? Pues se picha un cacho de pescado en un
extendedor y un buzo se lo pone delante de la boca y espera a que se lo coma.
En teoría es fácil, pero en la práctica no siempre se lo comen y yo vi alguna
vez que Gastón pasaba tanto del pescado que le ofrecían que los buzos
prefirieron dejarlo en paz, no fuera que se enfadase.
Trabajar
“con” Hermosa y Gastón fue toda una experiencia, muy enriquecedora.
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